miércoles, 4 de diciembre de 2013

THE AMERICAN WAY OF LIFE AND ITS ENEMIES





La sociedad abierta y sus enemigos constituye una de las obras de pensamiento político más influyentes y controvertidas del siglo XX. Para muchos es la refutación más clara de los totalitarismos de corte socialista, para otros una apología de una tercera vía entre el socialismo y el capitalismo de mercado. Hace unas semanas leí un   artículo donde se critica la liberación de los horarios comerciales ,sacando a colación el pensamiento de Popper . Esto me ha sugerido una serie de puntualizaciones al respecto.


- En primer lugar está el tema de Popper y su discutido liberalismo . Existe una controversia en el seno de la historia de las ideas, a cerca del cariz liberal o no de las teorias de Popper , por poner un ejemplo Mises no considera a Popper un liberal, para el austriaco éste era más bien un cienticista de orientación socialista, en cambio Hayek, liberal por antonomasia, consideraba que sus diferencias con Popper eran mínimas. Obviamente un marxista considerará a Popper un "liberal" clásico, pese a que el juicio de éste último sobre Marx en " la sociedad abierta y sus enemigos" no era todo lo peyorativa que algunos Liberales esperarían de un autor verdaderamente liberal.





Popper define el liberalismo como " aquella ideología que concede valor a la libertad individual y que es sensible a los peligros inherentes a todas las formas de poder y de la autoridad" "Todo aquel que está a favor de la libertad debe estar a favor de estar lo menos gobernado y tener el mínimo gobierno posible; así puede acercarse a la ausencia de gobierno, al anarquismo. El anarquismo es una especie de exageración de la idea de libertad" . Popper se sitúa en los aledaños de lo que se conoce como nuevo liberalismo o neoliberalismo, alejado por lo tanto de las posiciones libertarias de un Rothbard o de un Hoppe

No obstante , resulta chocante que  autores, dentro del ámbito de la izquierda, utilicen a Popper para defender sus tesis contrarias al libre comercio y a la libertad de horarios comerciales . Si en algo se caracterizó Popper fue precisamente en defender la libertad de comercio, precisamente , como una característica definitoria de la sociedad abierta que él preconiza frente al tribalismo de la economía planificada, regulada al modo cuartelero, a la que son  tan  proclives ciertas corrientes de la izquierda.

Otro aspecto  , con el que no puede estar en mayor desacuerdo en dicho artículo  es el que menciona La simbiosis entre liberalismo y catolicismo, si exceptuamos, los antecedentes marginalistas de la escuela de salamanca, la doctrina oficial del la iglesia , manifestada en la encíclica de LEON XIII" rerum novarum " , ha sido la de una apuesta por una economía" social "de mercado y de condena del marxismo y del liberalismo. Ha habido , obviamente pensadores católicos de corte liberal, tipo Lammenais o Motalembert, aunque más en el aspecto político que en el económico. Fue más dada la reforma calvinista, especialmente la escuela de moralistas escoceses, a la defensa del capitalismo, como muy acertadamente pone de manifiesto Weber en su obra" la ética protestante y el espíritu del capitalismo".

Más aún la iglesia católica se ha posicionado en varios momentos de la historia en contra del liberalismo, véase el apoyo al carlismo durante el siglo XIX , con episodios como el del cura santa cruz, o el decidido apoyo al estado corporativo de cuño fascista italiano, implementado en el fuero del trabajo de Franco, esto sólo por citar dos ejemplos.

-Al autor del artículo le puede no gustar el american way of life, lo que es perfectamente legítimo y mucho más en una sociedad abierta como la que postula el autor "converso" al popperismo, pero lo que no se puede es imponer coactivamente que los demás tengan que detestar también el american way of life Con libertad de horarios comerciales, los enemigos del american way of life , puede ejercitar su soberanía como consumidores ( el único sistema económico donde el consumidor es soberano es en la economía de mercado) y ejercitar su particular sabbat anticapitalista y no "exudar " sus tarjetas de crédito, como denuncia el autor. Por contra en una sociedad abierta, los adherentes al credo del american way of life pueden , legítimamente, perseguir sus fines " consumistas", cosa que no ocurriría en una sociedad tribal como la que postula el autor de la misiva.

-El autor desconoce los fundamentos básicos de la economía de la empresa más elemental. Los grandes corporaciones poseen, frente a los pequeños comercios, una ventaja competitiva obvia, la posibilidad de beneficiarse de las economías de escala, sin embargo no cuentan con la enorme ventaja de poder ofrecer una atención mas personalizada , lo que los expertos de gestión comercial llaman marketing directo, lo que facilita enormemente la fidelización del cliente.

Lejos, de ser una amenaza para su modelo de negocio, en el famoso analisis DAFO, constituye una oportunidad de desarrollo empresarial muy notable. Robin Coase postula la ley de la disminución de los costes de transacción para explicar el proceso de creación de las grandes corporaciones empresariales, precisamente en muchos ámbitos de especialización , propios del pequeño comercio, este menor coste de transacción no se produce, de hecho todos conocemos casos empíricos de grandes superficies con problemas que han tenido que abandonar un sector económico, por no poder competir con rivales , en teoría mucho más indefensos, por ejemplo el caso de Mark and spencers que abandonó el mercado minorista español hace un par de años.

Se suele apuntar por parte de los enemigos del comercio, en la célebre frase que da nombre a una serie de Libros del libre pensador JA Escohotado, que la flexibilización de los horarios comerciales, traería el cierre de muchos pequeños comercios, derivado del incremento de los costes laborales. En primer lugar la mayoría del pequeño comercio es regido por autónomos, con escasos empleados por cuenta ajena, en segundo lugar la flexibilización no obliga a la apertura, será cada agente económico el que valore los beneficios y los costes derivados de su decisión de abrir o cerrar, en concreto de su coste de oportunidad. Eso sin entrar a valorar la teoría microecónomica, subyacente a la teoría neo-clásica de la curva de costes en la empresa. De hecho hay visiones económicas que discuten el papel de los costes en la formación de los precios de los bienes y servicios, como pone de manifiesto la escuela austriaca. No serían, para los proponentes de esta teoría , los supuestos mayores costes laborales, en los que incurrirían los pequeños comercios , los responsables de una subida de sus precios de venta de bienes y servicios, ya que esto redundaría en una menor competitividad. Más bien sería a la inversa, la expectativa o no, de unas mayores ventas, la que determinaría un aumento potencial de sus costes laborales.

También se suele argumentar por parte de los enemigos de la libertad de horarios comerciales que los pequeños comercios, que ya cuentan en sus plantillas con trabajadores por cuenta ajena, se encontrarían en una situación de desventaja competitiva, lo iría en contra del postulado ebásico del libre mercado: La libre competencia. La realidad, es que dicho argumento, más que contradecir las bondades de la libertad de los horarios comerciales, lo que hace es poner de manifiesto una disfuncionalidad o fallo del mercado, que curiosamente no tiene su origen en el propio mercado, si no en la intervención estatal. Los convenios colectivos , que rigen las relaciones laborales en el seno del pequeño comercio, son más gravosos en término de costes laborales, para el pequeño comercio que lo son sus equivalentes respecto a las grandes superficies. Más que un problema de libertad económica, lo que subyace es un problema de falta de libertad, el derivado del surgimiento de unos oligopolios económicos, derivados exclusivamente de la intervención estatal, sobre todo con el modelo injusto de representación institucional del sindicalismo que padecemos en España

Por último resulta bastante obvio que aquellas sociedades que más han comerciado, son aquellas que más han prosperado. Esto es muy claro, ejemplos hay muchos en la historia, desde las talasocracias fenicias u holandesas al milagro taiwanés. Otra cosa distinta es que los enemigos del comercio, sigan anclados en antropologías caducas, marxistas que intentan encontrar referentes antropológicos que desmientan el ánimo de lucro en el ser humano, tipo el mito de los indios Kwatiutl y el Potlacht en la célebre investigación de F Boas,más bien una manifestación de consumismo desmedido en épocas de bonanza que una desmitificación del capitalismo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario