La sociedad abierta y sus enemigos
constituye una de las obras de pensamiento político más influyentes
y controvertidas del siglo XX. Para muchos es la refutación más
clara de los totalitarismos de corte socialista, para otros una
apología de una tercera vía entre el socialismo y el capitalismo de
mercado. Hace unas semanas leí un artículo donde se critica la liberación de los horarios comerciales ,sacando a colación el pensamiento de Popper . Esto me ha sugerido una serie de puntualizaciones al respecto.
- En primer lugar está el tema de
Popper y su discutido liberalismo . Existe una controversia en el
seno de la historia de las ideas, a cerca del cariz liberal o no de
las teorias de Popper , por poner un ejemplo Mises no considera a
Popper un liberal, para el austriaco éste era más bien un
cienticista de orientación socialista, en cambio Hayek, liberal por
antonomasia, consideraba que sus diferencias con Popper eran mínimas.
Obviamente un marxista considerará a Popper un "liberal"
clásico, pese a que el juicio de éste último sobre Marx en "
la sociedad abierta y sus enemigos" no era todo lo peyorativa
que algunos Liberales esperarían de un autor verdaderamente liberal.
Popper define el liberalismo como "
aquella ideología que concede valor a la libertad individual y
que es sensible a los peligros inherentes a todas las formas de poder
y de la autoridad" "Todo aquel que está a favor de la
libertad debe estar a favor de estar lo menos gobernado y tener el
mínimo gobierno posible; así puede acercarse a la ausencia de
gobierno, al anarquismo. El anarquismo es una especie de exageración
de la idea de libertad" . Popper se sitúa en los aledaños de
lo que se conoce como nuevo liberalismo o neoliberalismo, alejado por
lo tanto de las posiciones libertarias de un Rothbard o de un Hoppe
No obstante , resulta chocante que autores, dentro del ámbito de la izquierda, utilicen a Popper para defender sus tesis contrarias al libre comercio y a la libertad de horarios comerciales . Si en
algo se caracterizó Popper fue precisamente en defender la
libertad de comercio, precisamente , como una característica
definitoria de la sociedad abierta que él preconiza frente al
tribalismo de la economía planificada, regulada al modo cuartelero, a la que son tan proclives ciertas corrientes de la izquierda.
Otro aspecto , con el
que no puede estar en mayor desacuerdo en dicho artículo es el que menciona La
simbiosis entre liberalismo y catolicismo, si exceptuamos, los
antecedentes marginalistas de la escuela de salamanca, la doctrina
oficial del la iglesia , manifestada en la encíclica de LEON XIII"
rerum novarum " , ha sido la de una apuesta por una economía"
social "de mercado y de condena del marxismo y del liberalismo.
Ha habido , obviamente pensadores católicos de corte liberal, tipo
Lammenais o Motalembert, aunque más en el aspecto político que en
el económico. Fue más dada la reforma calvinista, especialmente la
escuela de moralistas escoceses, a la defensa del capitalismo, como
muy acertadamente pone de manifiesto Weber en su obra" la ética
protestante y el espíritu del capitalismo".
Más aún la iglesia católica se ha
posicionado en varios momentos de la historia en contra del
liberalismo, véase el apoyo al carlismo durante el siglo XIX , con
episodios como el del cura santa cruz, o el decidido apoyo al
estado corporativo de cuño fascista italiano, implementado en el
fuero del trabajo de Franco, esto sólo por citar dos ejemplos.
-Al autor del artículo le puede no
gustar el american way of life, lo que es perfectamente legítimo y
mucho más en una sociedad abierta como la que postula el autor
"converso" al popperismo, pero lo que no se puede es
imponer coactivamente que los demás tengan que detestar también
el american way of life Con libertad de horarios comerciales,
los enemigos del american way of life , puede ejercitar su soberanía
como consumidores ( el único sistema económico donde el consumidor
es soberano es en la economía de mercado) y ejercitar su particular
sabbat anticapitalista y no "exudar " sus tarjetas de
crédito, como denuncia el autor. Por contra en una sociedad
abierta, los adherentes al credo del american way of life pueden ,
legítimamente, perseguir sus fines " consumistas", cosa
que no ocurriría en una sociedad tribal como la que postula el autor
de la misiva.
-El autor desconoce los fundamentos
básicos de la economía de la empresa más elemental. Los grandes
corporaciones poseen, frente a los pequeños comercios, una ventaja
competitiva obvia, la posibilidad de beneficiarse de las economías
de escala, sin embargo no cuentan con la enorme ventaja de poder
ofrecer una atención mas personalizada , lo que los expertos de
gestión comercial llaman marketing directo, lo que facilita
enormemente la fidelización del cliente.
Lejos, de ser una amenaza para su
modelo de negocio, en el famoso analisis DAFO, constituye una
oportunidad de desarrollo empresarial muy notable. Robin Coase
postula la ley de la disminución de los costes de transacción para
explicar el proceso de creación de las grandes corporaciones
empresariales, precisamente en muchos ámbitos de especialización ,
propios del pequeño comercio, este menor coste de transacción no se
produce, de hecho todos conocemos casos empíricos de grandes
superficies con problemas que han tenido que abandonar un sector
económico, por no poder competir con rivales , en teoría mucho más
indefensos, por ejemplo el caso de Mark and spencers que abandonó el
mercado minorista español hace un par de años.
Se suele apuntar por parte de los
enemigos del comercio, en la célebre frase que da nombre a una serie
de Libros del libre pensador JA Escohotado, que la flexibilización
de los horarios comerciales, traería el cierre de muchos pequeños
comercios, derivado del incremento de los costes laborales. En primer
lugar la mayoría del pequeño comercio es regido por autónomos, con
escasos empleados por cuenta ajena, en segundo lugar la
flexibilización no obliga a la apertura, será cada agente
económico el que valore los beneficios y los costes derivados de su
decisión de abrir o cerrar, en concreto de su coste de oportunidad.
Eso sin entrar a valorar la teoría microecónomica, subyacente a la
teoría neo-clásica de la curva de costes en la empresa. De hecho
hay visiones económicas que discuten el papel de los costes en la
formación de los precios de los bienes y servicios, como pone de
manifiesto la escuela austriaca. No serían, para los proponentes de
esta teoría , los supuestos mayores costes laborales, en los que
incurrirían los pequeños comercios , los responsables de una subida
de sus precios de venta de bienes y servicios, ya que esto
redundaría en una menor competitividad. Más bien sería a la
inversa, la expectativa o no, de unas mayores ventas, la que
determinaría un aumento potencial de sus costes laborales.
También se suele argumentar por parte
de los enemigos de la libertad de horarios comerciales que los
pequeños comercios, que ya cuentan en sus plantillas con
trabajadores por cuenta ajena, se encontrarían en una situación de
desventaja competitiva, lo iría en contra del postulado ebásico
del libre mercado: La libre competencia. La realidad, es que dicho
argumento, más que contradecir las bondades de la libertad de los
horarios comerciales, lo que hace es poner de manifiesto una
disfuncionalidad o fallo del mercado, que curiosamente no tiene su
origen en el propio mercado, si no en la intervención estatal. Los
convenios colectivos , que rigen las relaciones laborales en el seno
del pequeño comercio, son más gravosos en término de costes
laborales, para el pequeño comercio que lo son sus equivalentes
respecto a las grandes superficies. Más que un problema de libertad
económica, lo que subyace es un problema de falta de libertad, el
derivado del surgimiento de unos oligopolios económicos, derivados
exclusivamente de la intervención estatal, sobre todo con el modelo
injusto de representación institucional del sindicalismo que
padecemos en España
Por último resulta bastante obvio
que aquellas sociedades que más han comerciado, son aquellas que
más han prosperado. Esto es muy claro, ejemplos hay muchos en la
historia, desde las talasocracias fenicias u holandesas al milagro
taiwanés. Otra cosa distinta es que los enemigos del comercio, sigan
anclados en antropologías caducas, marxistas que intentan encontrar
referentes antropológicos que desmientan el ánimo de lucro en el
ser humano, tipo el mito de los indios Kwatiutl y el Potlacht en la
célebre investigación de F Boas,más bien una manifestación de
consumismo desmedido en épocas de bonanza que una desmitificación
del capitalismo.
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