No voy a ser yo el que me dedique a "defender" al PP. Se trata de un partido que representa aquello que más repugnancia me produce: la cobardía. Son una panda de acomplejados que viven pidiendo continuamente que se les perdone la vida. Asumen la mayoría de los "dogmas " sagrados del mal llamado "progresismo" y no tienen más ideología definida, que la de mantener el poder a toda cosa, lo que les lleva a entregarse de lleno a la demagogia de la que es tan devota una buena parte de la izquierda española.
Ahora la última tropelía de la secta de la Gaviota ha consistido en la supuesta ( hay que guardar las formas mientras el asunto este sub-iudice, aunque ya sabemos del pasteleo político-judicial de este país ) financiación ilegal del partido y en el cobro de comisiones y sobre sueldos por una buena parte de la plana mayor del partido.
Prescindiendo de los análisis sobre las motivaciones del señor Bárcenas para airear los trapos sucios , la "sinceridad" en la indignación de ciertos partidos o la "espontáneidad selectiva de una buena parte de la indignación popular, lo que está claro es que se trata de un escándalo político de primera magnitud. Aunque tampoco debemos llevarnos a engaño , ni es el primer caso de financiación ilegal de un partido ( de hecho en España todos los partidos se financian ilegalmente por que la ley lo permite ) , ni tampoco es el epítome de la corrupción moral de la política española, como lo quieren vender ciertos periodistas, especializados en el sensacionalismo rentable. El caso Bárcenas es un síntoma más de un enfermedad más grave que atenaza la vida de la sociedad española: la corrupción moral. La sociedad española es una sociedad que optó , hace tiempo, por el enriquecimiento fácil en forma de créditos bancarios de fácil acceso, por la especulación inmobiliaria, por el consumo desmedido , por la denostación del la cultura del ahorro y del esfuerzo , por la confianza irresponsable en la "bondad " intrínsica de un sistema político que nació viciado de origen y ,también hay que decirlo, que tiene entre sus pecados capitales uno que Gonzalo Fernández de la Mora ( ese gran "facha" para la estúpida progrez) denominó la " envidia igualitaria", esa que nos lleva a denigrar al que es mejor que nosotros , simplemente por el hecho de que trabaja más o es más brillante que nosotros. De ahí a la calumnia y la difamación ( que tantos réditos económicos da a algunas estrellas casposas de TV ) sólo hay un paso.
Por eso, si tenemos un clase política de un nivel ínfimo, no debemos mirar a otro lado y pensar que se trata de una especie de maldición bíblica que recae en España por haber sido tan católica, tan "facha" y sobre todo tan " alegre" de costumbres.... tenemos políticos que son reflejo , en último término, de nuestras propias miserias. En un país donde la mediocridad, el enchufismo y el enriquecimiento fácil está a la orden del día, no podemos pedir tener Disraelies, Glandstones o Attlees de un día para otro....No podemos ser tan ingenuos de pensar que alguna raza alienígena se vaya a apoderar de nosotros y nos vaya a librar de Borbones, bribones y de profesionales del escaño... Incluso, en el hipotético caso de que esto pudiera ocurrir, no se preocupen, ya llegaría el "ayatolah" de euskalerría o el fundamentalista de la marca hispánica para reclamar sus derechos históricos e inalienables frente a la dominación marciana con sede en " madrit"..
En definitiva que poco importa que montemos un akelarre anti-sistema frente a la cavernas de la corrupción, es indiferente que ,como en la república de platón, liberemos a los "españoles " de las cadenas políticas peperas, ya que el español medio seguirá viendo imágenes progresistas donde sólo hay sombras demagógicas........ Ya se sabe , los mitos nunca se equivocan son puros e inmaculados.
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