Cuando el que escribe
estudiaba derecho procesal, allá por finales de los noventa,
aprendió que el proceso busca la verdad material de las cosas pero
que muchas veces se conforma con la verdad procesal de las mismas.
Poco importa quien haya cometido realmente un delito, si no se puede
probar procesalmente dicha circunstancia. Hasta hace pocas horas, el
mediático proceso del caso NOOS iba encaminado hacía el
esclarecimiento de la verdad procesal y no hacia el descubrimiento de
la verdad material por muy dolorosa e incómoda que ésta pueda
resultar a la más alta magistratura del Estado.
Hay un película de
principios de los noventa, “ Algunos hombres buenos” ( A few Good
men), Rob Reiner, que trata sobre la misma problemática: la
tendencia de los poderosos a limitar la verdad a un aspecto parcial
de la realidad, el que resulta menos incómodo para el poder
establecido. En la película un joven oficial del cuerpo jurídico de
la marina de los EEUU, Daniel Kafee ( Tom Cruise) en colaboración
con su ayudante Joanne Galloway ( Demi Moore) se las tienen que ver
con el coronel del cuerpo de marines Nathan Jessep ( Jack Nicholson )
dispuesto a impedir a toda costa que se sepa de la existencia de un
“código rojo” dentro del ejercito.
En la película, como en la vida misma, existe una tendencia por parte de algunos de
considerar que la estabilidad, la vigencia o el honor de una
institución justifican que se pasen por alto comportamientos
indignos, indecorosos y contrarios a la institución que se dice
defender.
Si en la película de
Reiner, el coronel Jessep está dispuesto a ocultar la existencia de
un caduco código del honor a toda costa en el que se fundamenta una
centenaria tradición castrense, en el caso NOOS , por contra, hay
una fiscalía empeñada en volver a los tiempos del código civil de 1975,
aquel en que la mujer era un apéndice inútil del marido en todo lo
que tuviera trascendencia patrimonial . Todo para defender la
inocencia de una infanta y una casa real para la que ha existido
siempre una curiosa tendencia a confundir lo público con lo privado.
Una casa real para la que buscar el lucro privado prevaliéndose de
la condición de miembro de la realeza española, era algo
perfectamente válido y razonable.
Como en la película de
Reiner, un miembro del entramado judicial no está dispuesto a
quedarse en la verdad procesal de los hechos y quiere llegar a
conocer la verdad material de los mismos...
Esperemos que como en la
película anteriormente mencionada, en España todavía queden
algunos hombres buenos.......
PS; My night has become a sunny dawn because of you........D.H
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